«Podía
haberme hecho vulnerable y pegarme un tiro o mirar al cielo y crecer. Yo
aconsejo seriamente la segunda opción.»
Cosas como estas siempre te sacuden con un golpe de realidad que te da que pensar de forma profunda una vez más. Agradezco de corazón que este hombre haya tenido un lugar en la tierra desde el cual disfrutar de todo lo que le rodeara y aún con sufrimiento, nos diera un lección en vida de cómo levantarse día tras día. Gracias por influir en mi pensamiento, aunque fuera después de tiempo. Gracias por amar Gijón tanto como Gijón te amó a tí.
#D.E.P. Manolo Preciado.
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