Nunca es tarde para retomar algo del corazón *
Mi piano llegó tímidamente a mi apartamento. Había expectación, emoción en el ambiente. El piano que desde pequeña me había acompañado en mis clases de conservatorio, de coral... el piano del alma que mi abuelo me regaló. Y
hoy el nudo en la garganta se me deshace para dejar paso a una paz inmensa que me recorre todo el cuerpo, que me susurra en el aire que sí, que esto es de verdad, que me deje llevar ... *
Va por tí, abuelo.