[…]
De
pronto tuvo la visión de una vida solitaria, de días cortos, fríos y grises con
el viento soplando por las chimeneas, las cortinas echadas con vecinos pocos y
lejanos. Entonces se esfumó la visión y volvió a ser verano, con los ventanales
abiertos al jardín, el perfume de las flores y los sonidos del estío…
#Crimen
Dormido.

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