Me encantan las navidades no por la cristiandad exagerada que suelen representar en las masas,, sino por el brillo de sus días, las luces nocturnas, la decoración navideña de hogares y lugares públicos, los dulces, la ilusión, los regalos, la magia ... con la que la ven los ojos de un niño. Todos debiéramos ser un poco niños todo el año y sobre todo estas fechas.
Queda tiempo para la esperanza. Siempre hay un hueco para lo mejor ...
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