[...]A pesar de haber llevado una vida muy retirada, siempre ha demostrado tener gran conocimiento de la depravación humana. Uno se sentía terriblemente ingenuo y crédulo ante sus observaciones:
Considero este uno de los mejores prefacios de su autora., sin duda uno demasiado vital para cualquier lector de corazón.
«Pero,¿tú crees lo que te dicen? No debieras hacerlo. ¡Yo nunca creo nada!». Yo disfruto escribiendo las historias de la señorita Marple. Esperaba que fuese un éxito...y lo fue. La señorita Marple había venido para quedarse.[...]
No hay comentarios:
Publicar un comentario