Supongo que me encanta el ajetreo emocional al que te acorrala la ciudad, sus ruidos, su tráfico, su gente andando descontroladamente, & eso que esta ciudad no es una gran urbe como Madrid o Barcelona. Te puede agobiar o estresar,, pero los momentos en los que te refugias en tu hogar dejando al otro lado de la ventana todo eso,, es el momento de paz & regocijo. Siempre ansié con tener estos momentos & ahora, más que nunca, & por encima de todo lo vivido,, tendré esos momentos al otro lado de la gran puerta/ventana a San Bernardo. Y TÚ acompañándome :)
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