sábado, 20 de agosto de 2011

miércoles, 17 de agosto de 2011

Cosas que olvidamos

Huele el pelo de un bebé
escucha tu canción favorita
Saborea una piruleta
Siente el césped descalza
& vuelve a ver tu película favorita de la infancia

sábado, 13 de agosto de 2011

Hervidero de momentos



El verano es tiempo de hervir momentos especiales & acontecimientos inolvidables,,por eso me encanta cada año que pasa más.

Amanecer*



...volver a buscarnos, desde el Principio, enamorarnos...

martes, 9 de agosto de 2011

domingo, 7 de agosto de 2011

SinEmbargo




- Nunca he sabido si París es más bonito de día o de noche.
- No se sabe; no se puede elegir. Puedo darte una razón tajante para cada instante. Mire, a veces pienso de qué manera puede alguien crear un libro o una pintura o una sinfonía o una escultura que pueda competir con una gran ciudad, ¡no existe!, porque mirando alrededor cada calle, cada bulevar, tienen una forma de arte en sí mismos. Y al pensar que en este universo frío, violento y absurdo, existe París, estas luces ... bueno, no sé, no ocurre nada en Júpiter o Neptuno, pero desde la lejanía del espacio se ven estas luces; los cafés, la gente bebiendo y cantando...,enfin, es muy posible que París sea el punto más guay del Universo.
fotografía ~ Y sin embargo,, Florencia.

sábado, 6 de agosto de 2011

Conmigo



Es mejor escribir para uno mismo y no encontrar público,,que escribir para un público y no encontrarse a uno mismo.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Sueños*



Soñé que era muy anciana que recordaba el principio de mi maravillosa historia con Él., como si él ya no estuviera conmigo. La recordaba con emoción, ternura y amor indescriptible, lo recordaba como la cosa más importante y maravillosa que me había pasado en la vida. Cuando me desperté,, lo primero que hice fue abrazarle mientras dormía.

lunes, 1 de agosto de 2011

♥ In hoLidays·


Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo dirán que tú tampoco puedes. Somos lo más imperfecto de la Creación. También los más afortunados. Y mi corazón no lo compra el dinero . . . *